viernes, 27 de julio de 2007

De las propias búsquedas...momento




Este momento

Miro el pino -hecho madera- del techo y comienzo a caminar por las líneas veteadas en busca del sendero perdido para intentar el retorno al verde y al agua de mi paraíso.
Pero hoy se bifurcó el sendero y el paraíso, en mí, se ha muerto.
Abro los oídos al regalo sonoro de Antonio, de Monserrat, de Freddie… para aturdirme de versos en concierto y logra entrar sutil la música en los canales de mi cuerpo. Pero no alcanza al rincón amurallado donde late inmundo el tumor de la impotencia.
El éter blanco de este invierno se adentró invasor, fue más allá de la piel, congeló la sangre y endureció ¡sin encontrar remedios! el corazón, que ayer estaba presto y abierto.
Pétrea mirada que clavó espinas de veneno, filosa daga que revolvió llagas cuando casi habían cerrado, indiferentes manos de abandono… ¡y afloraron instantáneas las miserias!
Y no se me despegan ¡Quitámelas!
Busco en desesperación, recobrar mi cielo!
Estiro esta vil existencia de hoy hacia todos los vientos para ver si me reencuentro.
Hoy se perdió mi luna, ¡hoy me tragó el infierno!

Y escribo y escribo y escribo…
La mañana llegará y estaré escribiendo
Porque aun en el desánimo de este momento, acaso escribir signifique exorcizar la propia culpa. Escribir pretenderá siempre continuar la búsqueda.
Y saber que si te tengo conmigo en estas letras, no aniquilará mi don de amar, la desesperanza.
Volveré a vivir como me enseñé yo misma. Tan segura estoy, que sigo escribiendo.

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